Este enfoque considera que el delito no es el resultado de un solo factor, sino de la interacción de tres elementos principales: la predisposición personal, las oportunidades situacionales y los factores sociales. Comprender este modelo podría ser de gran utilidad a la hora de implementar mecanismos de identificación, prevención e intervención frente a situaciones de riesgo de manera más eficiente.
Desde este enfoque, se considera al delito como la expresión convergente de tres componentes clave:
- La predisposición personal o características individuales que pueden inclinar a una persona hacia el comportamiento delictivo. Estos factores pueden ser psicológicos, como la impulsividad, la baja tolerancia a la frustración o los trastornos de personalidad, o biológicos, como predisposiciones genéticas o desequilibrios neuroquímicos.
- Impulsividad y altos niveles de extraversión.
- Bajo autocontrol.
- Características psicobiológicas, como mayores niveles de testosterona en los varones
- Las condiciones situacionales u oportunidades que permiten o facilitan la comisión de un delito. Esto incluye la falta de vigilancia, la disponibilidad de bienes valiosos o accesibles, y la ausencia de medidas preventivas eficaces.
- Privaciones en la familia, como una crianza inapropiada o conflictos.
- Desvinculación escolar o rendimiento académico deficiente.
- Amigos o círculos sociales que promueven conductas delictivas.
- Vivir en barrios con carencias de servicios y altos niveles de estrés y conflicto
- Los factores sociales o condiciones estructurales que influyen en las tasas de delincuencia, como la desigualdad económica, el desempleo, la exclusión social y la falta de acceso a la educación. Hay que aclarar que estas condiciones no causan el delito de manera directa, pero favorecen un contexto en el que ciertas conductas pueden proliferar.
- Contextos urbanos con características criminógenas como escasa iluminación, alta densidad poblacional y anonimato.
- La presencia de propiedades expuestas o víctimas desprotegidas.
- Situaciones y estímulos sociales que provocan y facilitan la conducta infractora
