Boris Cyrulnik define la resiliencia como la capacidad de recuperarse de un trauma y transformarlo en un punto de partida para un nuevo desarrollo, en lugar de simplemente volver al estado anterior. Este proceso no es innato, sino que se construye a través de la interacción con el entorno y las relaciones significativas. Se desarrolla en tres etapas: el trauma, la supervivencia y la reconstrucción, donde la persona reintegra el dolor como una fuente de fortaleza.
Las tres etapas de la resiliencia según Cyrulnik
- El trauma: La experiencia de un sufrimiento intenso que desafía la capacidad de afrontamiento de la persona.
- La supervivencia: La fase en la que el individuo utiliza recursos internos (como la fortaleza mental) y externos (como el apoyo social) para afrontar y superar el trauma.
- La reconstrucción: El proceso de reinterpretar y resignificar la experiencia traumática para que se convierta en una fuente de crecimiento personal y fortaleza.
Condiciones para la resiliencia
- Seguridad: Un entorno de apoyo, especialmente durante la infancia, es fundamental. Un apego seguro con figuras cuidadoras como los padres ayuda a construir los cimientos de la resiliencia.
- Recuperación: La resiliencia implica un nuevo desarrollo, no solo la curación o la vuelta a un estado anterior. La persona herida por el trauma se reconstruye a sí misma.
- Cultura: Las narrativas y el sentido que la sociedad (a través de cineastas, escritores, etc.) puede dar a los eventos traumáticos también juegan un papel importante en el proceso de reconstrucción